CEFB. Agosto 2022.
Fuente redes sociales.
Zacimba Gaba fue una princesa guerrera del reino de Cabinda, en Angola, África. Nació en el siglo XVII y llevó a su pueblo a una guerra contra la invasión portuguesa en la región costera. Cabinda, en la década de 1690, fue prácticamente diezmada por las exquisitas tropas y los supervivientes fueron capturados y enviados a Brasil como esclavos.
En el Espíritu Santo, fue vendida con 12 temas más al agricultor portugués José Trancoso. En el campo de trabajo, Zacimba fue cruelmente castigada por no someterse a las órdenes del Señor. Al principio, Trancoso desconocía el estatus de Zacimba entre los angoleños, pero pronto se dio cuenta del trato diferente que se le daba.
Un día, la princesa fue llevada a la Casa Grande, donde Trancoso la interrogó durante días para confirmar que era soberana. En ese momento, fue azotada y agredida hasta que admitió su posición. Satisfecho, Trancoso violó a Zacimba. El agricultor se dio cuenta del poder de esta información y dijo que si había algún trastorno y le pasaba algo a él o a su familia, la princesa moriría.
A Zacimba se le prohibió salir de la Casa Grande y fue sometido a sesiones de tortura física y psicológica. Lo mismo sucedió en masas entre los hombres de su pueblo, azotados diariamente en los campos. El sentimiento de rebelión por su liberación estaba creciendo.
Un arma ampliamente utilizada entre los esclavos brasileños como represalia contra los capataces violentos fue envenenamiento. Era común utilizar un veneno proveniente de la cabeza de una serpiente conocida como perezoso, posiblemente jararaca, en el Valle de Cricaré, que es mortal en dosis pequeñas y constantes. El veneno era conocido como «polvo de amasar sinho. »
El veneno tuvo que ser administrado en varias dosis pequeñas, ya que no funcionó inmediatamente. Sin embargo, temiendo este tipo de golpe, los maestros solían hacer que los esclavos saborearan la comida que traían, para probar que no sería envenenada. Con esta conciencia, a Zacimba le llevó años envenenar a José Trancoso sin matar a ninguno de sus hermanos.
Cuando Trancoso finalmente murió envenenado, Zacimba fue preparado y ordenó la invasión de Casa Grande por los esclavos encarcelados en el senzala. Todos los torturadores fueron asesinados, pero la familia del portugués se salvó. Zacimba guió a su pueblo por la granja, luchando contra los antepasados, y huyó, fundando un kilombo en el Norte del Espíritu Santo, hoy el municipio de Itaúnas.
Libre por fin, el pueblo de Zacimba se convirtió en un gran conductor de la revuelta por la libertad y el quilombo se convirtió en punto de referencia para los esclavos que huyen. La princesa pasó el resto de su vida liderando batallas en el puerto de San Mateo para la liberación de los negros vendidos y llegados de África, y para la destrucción de los barcos negros.
Persistente en la lucha por la libertad, la princesa guerrera murió invadiendo un barco portugués, luchando por la liberación del pueblo Cabinden.
Fuente e información del portal Aventuras en la Historia
https://cearacriolo.com.br/zacimba-gaba-a-princesa…/